Andrik Dominé Bennet [ID] *

Datos basicos

Descripción Física

Algo de desaliño con ojeras en distintos niveles de profundidad según el día –suelen aumentar los fines de semana-, un manojo de muecas de pícaras, obscenas, graciosas e incluso teatrales y una sonrisa coqueta a flor de piel cuando no le han llevado al borde de la exasperación, eso es Andrik. Suele llamar la atención por el contraste entre su piel, tan blanca como el alabastro, y su oscurísima melena castaña. Ésta, aunque lacia, siempre está desordenada. Lleva un flequillo sobre la frente cuando le crece lo suficiente.

Tiene la nariz pequeña, con una graciosa “pelotita” al final del puente, y sin embargo a juego con el resto de sus rasgos. Unas cejas bastante pobladas hacen marco a sus ojos almendrados de largas pestañas. Un mar inmenso se mece en ellos, a veces diáfano como en una bahía del Caribe al amanecer, otras oscuro e impenetrable como un tifón en medio del pacífico. Su boca es pequeña, con labios carnosos muy definidos, dibujados con una adorable curva en su arco cupido. El rostro en forma de diamente de Andrik es dueño de una multitud de gesto que hace muy fácil el creer que posee cierta tendencia al histrionismo.

Es delgado pero muy bien formado debido al ejercicio, con un aire contagioso de presunción en su caminar, no demasiado alto -un metro setenta y ocho, a lo mucho-. Por lo general anda con lo primero no-tan-sucio que encuentra en el armario, pero debido al contenido del mismo, no se puede decir que no tenga buen gusto.

Descripción Psicológica.

De carácter sereno y optimista hasta cierto punto, Andrik es de la clase de personas que trata de animar a sus congéneres todo lo que puede. Por supuesto, solo lo hace con su consentimiento; Pocas cosas le molestan más que los positivos extremistas que “obligan” a las personas a verle el lado sonriente a absolutamente todas las situaciones de la vida. Suele tener los pies sobre la tierra, pues como aunque todo el mundo tiene sus sueños, cree que la situación actual está muy lejos de cualquiera de ellos, así que prefiere mantenerse dentro de la realidad, tal cual. Excepto, claro, cuando se evade de ella a través de la música.

No le agradan las amarguras innecesarias, tiene cierta tendencia a la insubordinación y es más o menos igual a la mayoría de los muchachos de su edad. Pese a la visión cruda que tiene de las cosas, no deja que ésta lo desanime, sino más bien todo lo contrario; su sentido del humor es claro y simpático, le gusta bromear acerca de todo y procura alejarse de las complicaciones inútiles. Tiene tendencia a la posesividad. Nunca le toma importancia a los insultos; ha de ser algo muy grave como para que lo saque de sus casillas.

En algunos aspectos es extremadamente agresivo, y muy, muy animal.

Historia.

Andrik nació en París, la ciudad de la Luz, a mediados de Diciembre, antes de la navidad, hijo de una maestra muggle que tenía tanto interés por el mundo mágico como lo tendría un mago por tomar el té con una mantícora. El crío era hijo de un romance de unos meses que había florecido en esa ciudad, y muerto cuando compartieron la noticia. Su padre, un mago francés, no tenía el más mínimo interés en cuidar el fruto del vientre de aquella sangre sucia, que si bien había estado divertida para pasar el rato, no calificaba, ni por encima, como una esposa digna de él.

Cuando el niño tenía dos años  y debido a su experiencia, le ofrecieron un puesto de trabajo de sub-directora en un colegio de Londres, el cuál aceptó sin dudarlo ni un instante. Allí conoció al padrastro de Andrik, el cual se ofreció a darle su apellido sin dudarlo. Eran una familia feliz dentro de lo que cabía, exeptuando, claro, los problemas del chico para adaptarse al colegio. Se abstraía demasiado, distrayéndose con cosas que la maestra no lograba ver. Siempre decía que aquel mundo no era el suyo, lo cual confirmó al llegar su carta de Hogwarts a los once años.

Si bien su madre se negó en un principio, asumió en un par que tenía que dejar ir al muchacho.

Hogwarts es su hogar como no lo fue nunca ningún otro sitio de Inglaterra, y moriría gustoso defendiéndolo.