Carta a una linda Hawaiana

por Anyela Reeves Miér Jul 28, 2010 5:27 pm

Bueno esta es como la segunda parte de "Carta a un loco despistado" pero escrita por el loco despistado a la Hawaiana. Espero que os guste ^^

Querida linda Hawaiana:

Mi amor…Es noche, la mas maravillosa de toda mi existencia. Recuerdo la primera vez que me miraste. Esos ojos oscuros como el carbón y esa maravillosa nariz respingoncilla… Me quede hipnotizado con el movimiento de tu pelo negro y largo a la vez que te acercabas a mi mesa. Mis amigos hacían bromas y se reían de mi semblante, pero en ese momento nada más que me importabas tú. Nunca había creído en el amor a primera vista pero ese flechazo llego muy profundo en mí. Observe y adore tu sonrisa mientras me preguntabas que qué iba a tomar. En mi mente había una lucha entre las ideas de pedirte una cita o pedir una bebida cualquiera. Pero no, no tiraría la toalla tan pronto. Entonces me arme de valor y te hice esa bendita pregunta. Tu respuesta me lleno de tal alegría que me termine mi refresco rápidamente y seguido me dirigí a nuestro encuentro. Estuve esperándote pero no sabia a que hora acababa tu turno en el restaurante así que, de mientras que aparecías, decidí entrar para tomar algo. Cuando dieron las doce y media de la noche, decidí salir para comprobar que habías llegado. Pero no me imagine que me encontraría tal escena. ¿Cómo podías…? Note como mi corazón se partía en dos y mis ojos se empapaban en lágrimas. Intentabas disculparte pero esto ya no tenía perdón. Me aventure a darte la espalda y a cruzar la calle para no verte más. Pero algo se interpuso en mi camino o, mejor dicho, yo me interpuse en el camino de alguien. Sentí un golpe y luego todo se volvió oscuro… Al principio oía tus sollozos a lo lejos y luego nada. Cuando desperté, estabas a mi lado pero yo no quería seguir con tu falsa y me invente que había perdido la memoria.
Lo siento…No quería hacerte daño. Pero aun así no soportare el verte con otro mientras piensas que no te recuerdo. Te amo, te añoro y te siento tan cerca pero a la vez tan lejos… Veo que te has dejado tu bolso en mi habitación así que dejare caer la carta dentro de el y no me costara nada subir a la azotea y acabar con esta historia. ¿Mis últimas palabras? Te quiero.

Con cariño, tu despistado.