Cancion de Cuna {4}

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El tiempo fue pasando con lentitud, a veces, y otras veces con demasiada rapidez para mi gusto. Esperanza ya no era una dulce niña de a penas cinco años, había crecido y estaba aun mas hermosa que antes, se había convertido en una mujercita por decirlo de alguna manera; su cabello había crecido hasta su cintura de un color café claro, solía llevarlo suelto o con un broche recogido para que no se le enredara con el viento o le diera calor en los días de verano, se había transformado en una persona muy cuidadosa de su cabello. Tenia la cara redonda y perfecta, las facciones iguales a la de la madre, marcando sus pómulos y sus ojos brillando a cada segundo. Había crecido mucho, ya luego de los ocho años no se había querido dejar medir por lo cual había accedido pero estaba enorme, ya me llegaba a la cintura y aun más. Dejo de usar ropa de niña pequeña y comenzó a vestirse como su madre sin darme cuenta del hecho. Se colocaba collares alrededor de su cuello y añillos dorados luciéndolos con total orgullo.

Cuando Esperanza había tenido ya razón de uso había tenido que contarle sobre Hoppy. Obviamente no podía esconderle la verdad y menos a mi hija. De cualquier manera algún día tendría que habérselo contado y no estaba en mis planes esconderle a ella toda su vida la historia verdadera de la muerte de su madre. Si mal no recuerdo fue siete días después de su cumpleaños de ocho años, luego de la fiesta montada en nuestra propia casa, esperando que la gente se fuera estábamos ambos en la cocina charlando de varias cosas. Ella no había invitado amigos por lo cual al principio me había parecido raro ya que en su colegio ella era muy sociable pero cuando le pregunte solo se refirió con encogerse de hombros sonreírme de esa forma tan dulce y decirme " .. No quería que fuera molestia .. " se escuso partiéndome el corazón en mil pedazos. ¿Como iba a pensar que ella era una molestia? ¿ O sus amigos? Me lamente de haber dado un sermón, pero por lo menos sirvió para el próximo cumpleaños en donde ya ni entrábamos en la casa de tantas personas que éramos.
En fin, estábamos ambos sentados sobre la mesa de madera que la recubría un vidrio algo sucio en ese momento, causado por el manoseo de las personas, ella en un momento me pregunto que había sido de la vida de mi madre, si a ella le hubiera gustado estar en su cumpleaños.

- Claro que si Esperanza - afirme sin dudar a sus respuestas, es mas Hoppy amaba decorar la casa para los cumpleaños o hacer tortas para sus seres queridos, se hubiera dado una buena fiesta armando el cumpleaños de su hija - Es mas, mama siempre amo hacer fiestas. Hubieras quedado encantada con sus deliciosas tortas - admití sonriendo -

- No entiendo papa - admitió ella frunciendo sus labios y arrugando su nariz, solía hacer aquello cuando no entendía algo - Si tanto nos quería mama a los dos ¿Porque nos abandono? - pregunto con sutileza -

- Suspire, había llegado el momento aunque hubiera deseado tiempo para poder pensar adecuadamente esa frase - Mama nos dejo, pero, contra su voluntad hija - comencé a explicar con lentitud, pensando a cada momento las palabras mas indicadas para mi hija - Cuando mama fue a la sala de parto a darte a la vida todo se complico. Y cuando tu saliste ella perdió la vida. - agregue con voz rancia bajando el tono de voz en la ultima parte -

- Mama no murió ¿Sabes? - dijo ella tan segura que levante la vista sorprendido de ella, al ver mi reacción ella asintió como confirmando lo que había dicho - Nosotros decimos que ah muerto, pero ella me dio la vida a mi. Ósea que hemos hecho un cambio de vidas. - dijo con total seguridad pasando las manos por su cabello [color=Crimson] - Además siempre estará en nuestro corazón amándonos a ambos, y jamás nos dejara ¿Verdad pa? - e con una leve sonrisa -

- Tras las palabras de mi hija de apenas ocho años me emocione, mis ojos se cristalizaron, no podía creer el pensamiento de mi hija y menos a aquella edad. Pero aun así ella tenia toda la razón del mundo, asíque me digne a asentir levemente con la cabeza para confirmar [color=Crimson] - Así es mi amor - dije sonriendo al igual que ella -



Un momento después todo cambio y ella salio corriendo hacia la sala a jugar con sus abuelos y con mi hermano que la tenia loca con sus juegos de guitarra. Pero yo, por mi parte permanecí sentado reflexionando sobre lo que me acababa de decir, había sido muy inteligente de su parte y recién ahora me daba cuenta. Sin duda ella lo tenia mas aceptado que yo, creía que eso me sorprendía.